Panarquía El arte de convivir en libertad

WERNER ACKERMAN y otros: La unión cosmopolita (1930)

Este es el breve e interesante manifiesto de una asociación alemana, la Unión Cosmopolita, aparecido en la revista RADIKALER GEIST en 1930. La asociación proclamaba el derecho de las personas a vivir al margen de las normas impuestas por los Estados. En este texto se enumeran diez puntos que recogen sus demandas: es su propuesta para la regular la convivencia pacífica entre los Estados y estos aspirantes a ciudadanos del mundo. Además de Ackermann, entre los miembros de esta Unión Cosmopolita se encontraban Ulrich von Beckerath y Kurt Zube, padre de John Zube. Este último se encargó de traducir al inglés, del original en alemán, la versión que nosotras hemos tomado. La asociación fue suprimida por los nazis antes de que pudiera alcanzar un tamaño considerable. Su propuesta merece, cuanto menos, que se le eche un vistazo, aunque sólo sea por la actitud y valentía mostrada por sus creadores.

STEPHEN T. BYINGTON: Precedentes para la sociedad anarquista (1894)

Una lúcida argumentación sobre la posibilidad práctica y la funcionalidad de la anarquía. En este artículo, Byington desempolva sistemas de organización anarquistas que funcionaron en el pasado y evidencia, sin embargo, situaciones disparatadas que se dan bajo el amparo de los actuales Estados territoriales. Confronta la convivencia de distintos grupos de gente que, aun habitando un mismo territorio, están sujetos a normas diferentes, con la de otros grupos que, al habitar todos en un mismo territorio, quedan automáticamente sometidos a las normas generales que rigen sobre él. Una irónica reflexión sobre la disyuntiva entre la convivencia anarquista natural y las absurdas arbitrariedades del estatismo.

DAVID GRAEBER: ¿Eres anarquista? ¡La respuesta podría sorprenderte! (2000)

«Lo más probable es que ya hayas escuchado algo sobre quiénes son los anarquistas y sobre aquello en lo que se supone que creen. Lo más probable es que todo lo que hayas escuchado sean sandeces». Así comienza este texto, breve y lúcido, que saca a la Anarquía y a las personas anarquistas de la esfera de la condenación -consecuencia de la ignorancia y el interés mezquino- y las confronta con ciertos comportamientos y valores que todas expresamos, cada día, en nuestras relaciones sociales: comportamientos y valores que son anarquistas, pero que no identificamos como tales porque nos han contado mal la historia. Si nunca te has preguntado si eres anarquista, entra y hazte el “test” de Graeber. Descubre, de una forma clara y sencilla, que el anarquismo está más presente de lo que pensamos en nuestras vidas y que no es, ni mucho menos, algo tan malo ni tan peligroso como quizá te contaron.